un viernes plural

Viernes y más viernes, siempre me preguntaba, porque los días son en plural, pero me parecen más plurales los viernes. Nos bañamos o por calor o por limpieza, y nos ponemos los zapatos, dejamos las sandalias tiradas en el baño junto a las baldosas mojadas... dias atareados... de trabajo, dias raros, fines de semana torrentosos, no lo digo por las lluvias o por el insoportable calor, tampoco lo digo por el insoportable amigo del extranjero, no soporto su lunar en el rostro, me repudia... en fin, lo decía por las salidas y las entradas, las idas y venidas... y en una de esas salidas reapareciste de la nada, debo reconocerlo, fue raro, hasta incomodo, pensé que el reencuentro sería diferente, pero las cosas son como son, no son más, no son menos, ahí estabas tú, ahí estaba yo... como tonto mirándote, sin saber si abrazarte o echarte... pero las horas transcurrieron decidimos vagar, decidimos retomar, tal vez lo decidimos sin palabras, sin decirnos nada, solo lo decidimos, alcohol y smoke.. miradas, risas cómplices, los celos contenidos y un pequeño detalle, un pequeñísimo detalle, una foto, una mirada, un rechazo, eso cambió todo, cambio mi viernes plural de noche, quería ocultarlos, y creo que lo logré... a veces quisiera poder ignorar los detalles, ser más distraído, pero no! me fije en todo, en ti y en el alcohol en tu bronce, en tu lengua y tu mirada... y otra vez ese rechazo, que a veces te distancia de mi y decidí dejarlo ahí, decidí dejarte ahí, con la barriga llena y el corazón contento en el umbral de tu casa, sin comparsas, llegaste así sin avisar y así te fuiste, sin dejar nada... (todo de viernes a sábado para el sábado volver a enamorarme hasta el lunes, pero no de ti).