lunes, 6 de diciembre de 2010

CASARSE ES COSA SERIA

¿Qué tan serio puede ser hoy casarse? Me lo pregunto cada sábado que maquillo a una novia, me lo pregunto cada día que vienen a pedirme información sobre los paquetes para novios, me lo pregunto "respondiendo" a las preguntas que me llegan al correo desde la página del salón, le pregunto a mi amiga Finetti, una de las más renombradas asesoras de bodas del Perú, y ella me dice, que casarse hoy en día depende del presupuesto, desde lo más sencillo hasta lo más fastuoso, pero en realidad mi intención no iba por ahí. Mi intención es saber más allá de las cajas de cerveza, el local, la decoración y el vestido. Lo digo porque yo me casé en una oportunidad, y lo digo muy en serio, mi matrimonio no fue en serio. Fue un ardid, un convenio dicho literalmente por un tema de visas y "diretes".
¿Qué tan importante es tener el estatus de casada para una mujer? Si igual se están casando contigo por que saliste embarazada y practicamente ya es de por sí un acto forzado para el novio, entonces el matrimonio en este caso sería la culminación de un descuido, la improvisación de un error, de una mala sacada de cuenta o una buena metida en encuentros. Hay tantos casos de matrimonios forzados y no sólo por embarazos.
Siempre me he preguntado. ¿Porqué no hay paquetes para divorcios en nuestro salón? Me imagino que los divorcios en cantidad deben ser los mismos que matrimonios. Y tal vez las divorciadas no salgan del salón con la cara tan preocupada, con tanto nerviosismo como las novias. Yo me imagino que las divorciadas saldrían con una cara reluciente, como devueltas a la vida, a la caza, al mundo.
Yo vengo de una familia disfuncional, una familia que jamás funcionó, pero creo que mis padres ahora son felices a su manera, mi madre más independiente que nunca y mi padre más arrepentido y para siempre, ¿y nosotros? Nosotros sus hijos cada uno con sus historias de independencia y arrepentimientos.
Jaime Bayly en una oportunidad habló de los contratos pre-nupciales y dijo que los matrimonios deberían ser contratos a cinco años, dicho sea de paso y leyendo en internet, dicen que la pasión tiene un máximo de duración de cuatro años, entonces nos quedaría un año más para analizar, renovar o no el contrato.
¿y el amor? ¿hay amor al escoger el local? ¿hay amor al discutir la cantidad de cervezas que se consumirán esa noche? ¿hay amor en buscar el mejor estilista que me peinará? Sólo hay nervios, preocupaciones, de tan sólo pensar en la cantidad de invitados, de tan sólo pensar lo que hablarán ellos al día siguiente, de tan sólo pensar lo desastroso que puede ser elegir un mal fotógrafo.
En unos de mi blog anteriores conté la historia de mi amiga Shirley Estefany, que me enteré por la red social que se casaba con el amor de su vida, que dicho sea de paso, yo a ella la conozco mas de tres años y nunca supe de la existencia de ese amor, pero que sí supe de la ahora inexistencia de muchos “sin amores”, bueno, hoy me enteré también por la red social que está en venta su carro, sus artefactos, sus muebles, su ropa; todo, está vendiendo todo, ahora ya no se vende ella, ahora vende sus cosas y me quedé preocupado, la llamo inmediatamente y le pregunto que es lo que está pasando en realidad, ¿acaso era cierto lo del matrimonio con el petrolero? Y ella muy feliz me dijo que sí, que es más, que ya se había comprado el "librito" del zodiaco dos mil once de Josy Diez Canseco, y que según el libro serían difíciles los primeros meses, entonces ella llamó a su novio y le pidió un departamento a su nombre en Buenos Aires, por recoleta, como seguridad de que ella, que lo está dejando todo, hasta su set de manicura de OPI, no se quede después en la calle, en caso de que la relación no funcione.
Matrimonio es convivir, es el día a día y la noche a noche, yo he convivido muchos años con una persona y no necesariamente con mi esposa. Y lo reconozco; cedí, dí mucho de mí en esa convivencia, aprendí a ser paciente, aprendí a cocinar, aprendí a reír con las lágrimas en la garganta, aprendí a lavar la ropa interior con shampú y a mano. Pero aprendí lo más importante en mi vida, aprendí que lo más importante era yo. Y fue cuando empecé a ser yo, a tener una carrera, a ser independiente, a organizarme a mí mismo, fue ahí que la relación terminó, las escusas de falta de tiempo, del abandono de la casa por el trabajo, y el pretexto: ¿qué quieres que haga? ¿yo también tengo necesidades?
¿qué tan serio es casarse si la fidelidad no existe? No soy mala vibra, no pretendo ser negativo, por que no lo soy, pero sigo insistiendo que no existe en el mundo una persona fiel, ni los sacerdotes le son fieles a dios, porque lo “cachudean” con tanta parroquiana devota, con las empleadas de la iglesia, con tanta monja que lleva dentro de sus hábitos un hilo “leonisa” con tanto acólito y menor de edad que prenden los cirios del altar.
Antes de dar el sí hay que pensar en que ese sí será un “Sí, te perdono todas las infidelidades que después de los cuatro años arremetas contra mí, Sí, te acepto con tus pezuñas mal olientes por no secarte bien los pies, Sí te acepto con tu mal aliento todas las mañanas al besarme y desearme buen día, Sí te acepto con lo aburrido que te pondrás cuando te salga esa barriga que deformará tu anatomía, Sí te acepto cuando llegues después de las tres de la mañana con olor a trago y cigarro”
Esos y muchos más deberían ser el sí. Igual, dejé escrito y testificado por mas de mil entradas a mi blog, que amo demasiado a Shirley Estefany, que no se en realidad si se case con el amor de su vida, ya que un mes antes tenía otro amor en su “profile”, pero lo que sí sé y ella también sabe, que tener un inmueble en recoleta hoy en día es una cosa muy seria.

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